jueves, 28 de abril de 2011

Ramón Cabrera el tigre del Maestrazgo







Ramón Cabrera (Tortosa, 27 de diciembre de 1806-Wentworth, 24 de mayo de 1877), fue un militar y político español conocido como “El Tigre del Maestrazgo”, fue un destacado líder carlista.

Huyendo de un anunciado destierro de Barcelona, se incorporó a las tropas carlistas que había tomado Morella. A los pocos días de su incorporación su formación le permitió ocupar el cargo de secretario de los mandos carlistas, convirtiéndose en el hombre de confianza de Marcoval, el cabecilla más importante de cuantos permanecían en las partidas del Maestrazgo.

Fue ascendido a coronel en 1834 por el pretendiente, bajo las ordenes de Manuel Carnicer, primer jefe de tropas carlistas en Aragón y Valencia, hasta el último fue detenido y fusilado el abril de 1835. Cabrera le sustituyó en el mando por disposición del mismo Carnicer. Nombrado comandante general del interino del Bajo Aragón, destacó en sus esfuerzos por organizar las fuerzas y la estrategia de la facción. Consolidó su puesto de mando en Cantavieja, en donde publico el Boletín Real de Aragón, edificó una fortificación, articuló una red de aprovisionamiento y puso en funcionamiento una fábrica de cañones y munición. La estrategia del ejército liberal fue desde sus inicios extremadamente cruel y feroz, buscando el exterminio de las tropas carlistas. Cabrera mantuvo durante los dos primeros años de guerra una actitud de respeto a los prisioneros que iba haciendo en diferentes acciones, a las que liberó hasta en siete ocasiones. A pesar de ello los liberales le pusieron “Tigre del Maestrazgo”. En represalia por el fusilamiento de los alcaldes de Torrecilla y Valdealgorfa, el general Nogueras, con la autorización del Capitán General de Cataluña el general Espoz y Mina, ordenó fusilar a su madre, a la que tenían presa desde hacía un año y medio. Tras ello la guerra se volvió muy sanguinaria.


Tomó parte en las dos mayores expediciones carlistas durante la guerra. Entre junio y noviembre de 1836 colaboró con el general Miguel Gómez Damas en la expedición que recorrió, principalmente en Andalucía donde una acción directa de Cabrera permitió la ocupación de Córdoba y Extremadura, hasta la derrota de Villarobledo. De mayo a octubre de 1837 tomó parte en la llamada Exopedición Real, encabezada por el propio presidente Carlos V, en la vanguardia por Cabrera llegaría a las puertas de Madrid y esperaría en vano la orden del pretendiente de atacar a una capital desguarnecida

El Estado de las regiones no invitaba a viajar por ellas. Cabrera estaba alrededor de acaso 10.000 hombres.


En enero de 1838 tomó Morella, la convirtió en la capital del territorio bajo su control y en el verano siguiente la defendió con éxito frente al general Oráa. En recompensa a sus servicios, el pretendiente nombró Conde de Morella. En el mismo año batió completamente a Morella a la mejor división del ejército liberal, conocida como la del “ramillete” al mando del general Pardiñas. No aceptó el convenio de Oñate (Abrazo de Vergara) de 1839, firmado entre generales Baldomero Espartero y Rafael Maroto, que llevó a la disolución del ejército carlista del Norte, por considerarlo una traición. Por tanto Cabrera quedó como único general de la causa del pretendiente, y al mandó de 25.000 hombres prolongó la lucha en el Maestrazgo hasta mayo de 1840, fecha en la que gravemente enfermo, Espartero, Al mando de todo el ejército venido del norte logró tomar la ciudad. El 6 de julio, tras una retirada que llevó a atravesar Cataluña, Cabrera y 6 de sus batallones que habían seguido, cruzaron la frontera francesa. El gobierno francés, aliado español, le mantuvo confiando los castillos de Ham y Lille, hasta que en octubre de dicho año se le dio la libertad vigilada. Poco después Cabrera se instaló en Lyon, donde residió durante varios años, recibiendo una pensión del gobierno francés.

En Inglaterra, su matrimonio le permitió llevar una vida de prosperidad, aunque continuó siempre en contacto con la causa carlista. No volvió a España, muriendo en Inglaterra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario